GuiaInfantil.com para padres y madres

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Psicomotricidad y trabajo familiar

Psicomotricidad
y trabajo familiar
  
La psicomotricidad es una disciplina que, basándose en una concepción integral del sujeto, se ocupa de la interacción que se establece entre el conocimiento, la emoción, el movimiento y de su importancia para el desarrollo de la persona, de su corporeidad, así como de su capacidad para expresarse y relacionarse en el mundo que lo envuelve. Su campo de estudio se basa en el cuerpo como construcción, y no en el organismo en relación a la especie.
El psicomotricista es el profesional que se ocupa, mediante los recursos específicos derivados de su formación, de abordar a la persona desde la mediación corporal y el movimiento. Su intervención va dirigida tanto a sujetos sanos como a quienes padecen cualquier tipo de trastornos y así sus áreas de intervención serán tanto a nivel educativo como reeducativo o terapéutico.
El moverse provoca bienestar y es liberador de tensiones. Todas las actividades del ámbito de la psicomotricidad son aplicables a acciones del quehacer cotidiano tanto en la alimentación, al vestido y la higiene.

Movimiento y actividad psíquica

El término psicomotricidad se divide en dos partes: el motriz y el psiquismo, que constituyen el proceso de desarrollo integral de la persona. La palabra motriz se refiere al movimiento, mientras el psico determina la actividad psíquica en dos fases: el socio afectivo y cognitivo. En otras palabras, en las acciones de los niños se articula toda su afectividad y sus deseos, pero también todas sus posibilidades de comunicación y conceptuación.

La teoría de Piaget afirma que la inteligencia se construye a partir de la actividad motriz de los niños. En los primeros años de vida, hasta los siete años aproximadamente, la educación del niño es psicomotriz. Todo, el conocimiento y el aprendizaje, se centra en la acción del niño sobre el medio, los demás y las experiencias, a través de su acción y movimiento.

Estimulación y reeducación

A través de la psicomotricidad se puede estimular y reeducar los movimientos del niño. La estimulación psicomotriz educacional se dirige a individuos sanos, a través de un trabajo orientado a la actividad motriz y el juego, mientras que en la reeducación psicomotriz se trabaja con individuos que presentan alguna discapacidad, trastornos o retrasos en su evolución y se tratan corporalmente mediante una intervención clínica realizada por un personal especializado.

Principios y metas de la psicomotricidad infantil

La psicomotricidad, como estimulación a los movimientos del niño, tiene como objetivo final:
- Motivar la capacidad sensitiva a través de las sensaciones y relaciones entre el cuerpo y el exterior (el otro y las cosas).
- Cultivar la capacidad perceptiva a través del conocimiento de los movimientos y de la respuesta corporal.
- Organizar la capacidad de los movimientos representados o expresados a través de signos, símbolos, planos, y de la utilización de objetos reales e imaginarios.
- Hacer que los niños puedan descubrir y expresar sus capacidades, a través de la acción creativa y la expresión de la emoción.
- Ampliar y valorar la identidad propia y la autoestima dentro de la pluralidad grupal.
- Crear seguridad al expresarse a través de diversas formas como un ser valioso, único e irrepetible.
- Crear una conciencia y un respeto a la presencia y al espacio de los demás.


Por ejemplo:
En la alimentación: - Sostener una taza y llevarla a la boca.
                                - Utilizar los utensilios básicos.
En el vestido: - Desabotonar y abotonar;
                       - Sacarse prendas abotonadas por delante;
                       - Distinguir la parte trasera de la delantera;
                       - Iniciación al nudo.
En la higiene: - Lavarse y secarse las manos;
                       - Uso del pañuelo;
                       - Cepillado de dientes y uñas,
  • Aseo personal.

    Los tiempos de la psicomotricidad
    Acunamiento: - Da la sensación de equilibrio.
    - Brinda seguridad física y psíquica.
    Acompañamiento y sostén: - Recorrido que el paciente realiza durante el tratamiento.
    - Se trata de mejorar y trabajar el síntoma.
     Confrontación: - El paciente toma distancia y va haciéndose cargo de sí mismo.
                              - Se prepara para la separación y asume su problemática.